Trabajadores de la Cultura

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Como prometí en la #2 edición de este, mi blog, volví a A Peregrina. Esa casa-taller situada en los límites de Sarela de Arriba, en donde se fraguan interesantes proyectos, en donde confluyen interesantes personas, y que en consecuencia dan lugar a interesantes, por que no decirlo, reportajes.

El motivo, o mejor dicho, los motivos de mi visita, son tres: Culture Workers, el F.A.C., y Ania González (Vigo, 1977), que funciona como punto de anclaje. Ella, licenciada en derecho decidió realizar un cambio radical en su vida. Dejó un trabajo estable y bien remunerado en Barcelona, en el que llevaba tres años como abogada, para intentar que su profesión y su pasión, el arte, fueran uno.

Mientras estudiaba derecho en Compostela, allá a finales de los noventa, y junto a dos compañeros de carrera, creó la Iniciativa Curva, consiguió que el vicerrectorado cultural de la USC les cediese un espacio en la residencia del Burgo das Naciós, una sala que adaptaron para la realización de recitales de poesía y exposiciones varias (en las que estuvieron presentes artistas-promesa del momento como Jorge Perianes o Pablo Orza) y demostraron que las inquietudes artísticas no entienden de licenciaturas, títulos o burocracia. Al año siguiente estuvieron en el Coro da Igrexa da Facultade con el programa Decoros 2000 en donde participaron Eduardo Valiña y Montse Cea, que realizarían más tarde el Procesalia 2001.

"La cultura es todo lo que hacemos inconscientemente"

Culture Workers

Ya desde Barcelona, y con calma, se convirtió en abogada estudiando a distancia. Allí, en donde encontraría diversos trabajos como pasante, secretaria y finalmente como asesora legal de una importante empresa a nivel internacional, no dejó de formarse en el ámbito del arte y realizó en el MACBA un Programa de Estudios Independientes en donde se especializó en museología y teoría del discurso. Aquí llegamos a la creación de Culture Workers.

"En el 2008 yo estaba comenzado el PEI en el MACBA y Manolo Borja Villel dejó la dirección del mismo y se fue al Reina Sofía. En ese momento nos dijimos, ¿por qué no presentar una propuesta colectiva para dirigir el MACBA?",  en lugar de que dependa de los gustos o la formación específica de una persona, y para que pudiesen participar personas de diferentes ámbitos en una suerte de proyecto "interdisciplinar". Así, Ania, la publicista Paula Mourenza, y el artista Jesús Rodríguez Santos, crearon un grupo de trabajo colectivo. Se lo presentaron a Pedro Soler, en ese momento director de Hangar. En dos días intensos de trabajo, con pequeños grupos en un workshop, consiguieron crear una propuesta estructurada y organizada para la dirección del museo de arte contemporáneo de Barcelona. El proyecto fue bien acogido, y Pedro Soler les acuñó el nombre de Culture Workers. Pasado el tiempo, y ya de vuelta en Galicia, el grupo siguió en activo y realizó una intervención similiar, con un traller de propuestas en línea, para la dirección del Centro de Arte Contemporánea de Galicia (CGAC). El informe fue leído y tomado en consideración.

Culture Workers: personalismos, egos y libertades 

Comisarios, Antón Reixa e Isaac Díaz Pardo

Ania cuestiona muchos términos y conceptos que semejan asentados en el argot artístico y de creación. No le interesa la etiqueta de comisariado para nada, "es un lenguaje policial", como el del agente cultural, "los agentes, los de la Gestapo", sentencia, añdiendo: "ya con esto voy a ganar los pocos enemigos que me faltaban". 

Durante la entrevista, y de forma natural, salieron a colación las palabras de Antón Reixa en el programa de Jordi Évole, Salvados, sobre la cultura del hambre en Galicia. Y Ania, en referencia a la utilización de esta realidad pasada para la explicación de situaciones actuales, junto con las manifestaciones artísticas de ciertos grupos, consideró que "cuando rentabilizas un capital simbólico que es colectivo, lo que ocurre con las industrias culturales, sacas beneficio de una fuerza de trabajo colectiva, pero el beneficio se lo lleva uno, el empresario, o cinco, los accionistas", y remata, "me parece más importante el trabajo de Isaac Díaz Pardo, que Atlántica".

Antón Reixa, el hambre e Isaac Díaz Pardo

F.A.C. OFF

Ania no se arrepiente de haber dejado todo en Barcelona para buscar un modo de vivir acompasado con su devoción por la creación artística, pero afirma no haber "calculado bien la distancia del salto" hasta Galicia. Pensó que iba a ser mucho más fácil, pero quiere creer que "todo el trabajo a conciencia acaba dando su fruto", aunque no monetario. Quiere creer que tras dos años sin parar, en diversos proyectos, de un lado para otro, todo puede ser recompensado. Y aquí llegaríamos al presente, al F.A.C., el último proyecto en el que está involucrada, y claramente ilusionada. Es el Furancho de Arte Contemporánea de A Peregrina, que se presentará el próximo 23 de Marzo, en la casa de A Peregrina, y del que forma parte junto con Diego Vites y Olmo Blanco. Así explica ella cual es su cometido:

"Es un proyecto artístico autogestionado. Es un espacio intermedio para el arte, ni comercial, ni institucional, y no mediado por intereses ajenos a los de la creación, que adopta una estrategia del entorno de Galicia, que es el furancho. El furancho es ese local en el que con los medios que tienes en el galpón de tu casa, vendes o das salida al excedente de producción propia, normalmente vino. Pues en este caso nosotros somos un excedente cultural en este entorno, y además somos una comunidad de artistas que tienen un excedente de producción propia que a veces no se puede mostrar. Con la idea de dar salida a ese excedente surge el F.A.C., con la estrategia de furancho".

La inauguración será el vienres 23 con la exposición F.A.C. OFF, toda una declaración de intenciones, comenta Ania, y que proviene de una necesidad propia, de forma paralela al mercado oficial. Tendrán página web disponible este fin de semana. CULTURADESEU estará allí, cámara en mano y con reportero y todo.

 Emprender, neoliberales y Nueva York

Somos legión
Muchos de los temas tratados en mi constructiva conversación con Ania González quedaron en mi móvil, grabados, pero serán liberados en futuras ediciones. Me gustaría concluir con que:

Ni ella, ni yo, pertenecemos a esa cifra tan manida de cinco millones y pico de parados. Nosotros somos quienes colgamos de un hilo. Pero que pueda romperse el algodón no es motivo para nosotros estar inactivos. Jamás. Nosotros, como Anonymous, somos legión; no olvidamos lo que aprendemos pues somos memoria; no perdonamos las injurias y falacias pues no tenemos nada que perder; esperamos, esperamos por el autobús, por las pechugas abiertas de pollo en la charcutería, y por que algún día alguien se digne a pagarnos por nuestro trabajo. 

CALVO DIXIT.

P.D.: Macbook, 1.500 euros–Internet en casa, 48 euros/mes–Teléfono con grabadora, cortesía de Vodafone–Cámara réflex, regalo–Diez horas de trabajo+colaboración de tus amigos+un montón de agradecimientos+1,344 visitas, no tiene precio.
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