Improvisación 'de seu'

Hay en Sar, en Santiago de Compostela, a la vera de una autopista, un lugar que tiene por nombre El Puente. Allí, me hicieron saber, se hacen las mejores jam sessions de toda la ciudad. Mis limitados conocimientos musicales no me permiten decidir si son, en efecto, las mejores, pero lo que experimenté en este bar de señores de cunca de viño diurnos y de músicos y creadores nocturnos, hicieron que estas palabras las esté escribiendo bien entrada la madrugada, antes de irme a dormir; tal fue la huella que ellos me dejaron.

El motivo de mi visita fueron Suelen Estar Quartet. Ellos son Macarena Montesinos (1982, Vigo) Saúl Puga (1982, Vigo), Elena Vázquez (1984, Santiago de Compostela), y María José Pámpano (1981, Santiago de Compostela). Su formación musical clásica los llevó a explorar derroteros musicales exentos de trabas y limitaciones. Hace poco más de un año formaron un cuarteto, y desde entonces, realizan música improvisada, lo que según María José non es nada común, ya que los cuartetos, no suelen contar con violín y viola, y normalmente se decantan por lo clásico. Dicen, no son ellos pioneros de la música libre en el páis, pero si de los pocos cuartetos que cuentan con todo el rango de cuerdas y que apuestan por la música improvisada.




Saúl y Macarena se conocían desde pequeños y conocieron a Elena y a María José trabajando en la Livietta e Tracollo, una ópera adaptada del compositor Giovanni Battista Pergolesi. Su punto de anclaje fue la orquesta de improvisación y experimentación musical O.M.E.G.A. y a partir de ese momento decidieron llevar a cabo un proyecto en común. Por el momento, lo están haciendo bien, aunque, como dice Macarena, "nacimos antes de ayer". Realizaron actuaciones con Mónica García y estarán este domingo en el Bar Labranza (Bueu), y luego estarán en el Xancarajazz (Vigo), y en el Liceo Mutante (Pontevedra), y estarán además en diversos lugares como en el Festival Alt, y me muero de ganas de volverlos a ver. Cuando en un pequeño lugar con gente a la que no conoces de nada, apoyado en la barra, con una cerveza, en un jueves cualquiera de Compostela, sientes pasión, alegría, y ansiedad por culpa de un violín, una viola, un contrabajo y un violonchelo, piensas "¿que estaba haciendo hasta ahora?" y la respuesta automática es: "estabas en casa viendo series en Internet, lambón".


Jam Session
Para colmar a uno, luego de ellos, y con ellos, tuvo lugar una jam session en la que además de estas cuatro cuerdas, intervinieron un saxo, un oboa, un piano (que tocaron a cuatro manos Pablo Seoane y Alejandro Vargas), un bajo, una guitarra, una maravillosa voz (la polifacética Lúa Gándara) y globos, pistolas de juguete, percusión; un gran momento en el que se escuchó la radio gallega... todo junto, revuelto, en una hipnótica sucesión de sonidos que por un momento detuvieron el tiempo y encandilaron el aire del ambiente. Sobre decir que salí de allí enamorado del lugar y de su gente. Sobre decir también que soy yo amateur en estos contextos, pero si esta condición implica tal disfrute, me gustaría ser novato en todo.



Suelen Estar y la chispa de la improvisación
Hablando después del concierto con Saúl, que lleva toda la vida dedicándose a la música, me enteré de que le pusieron Suelen Estar por que el otro nombre en el que habían pensado no respondía a las reglas de memorización del marketing, y además, el que finalmente escogieron, es totalmente acertado, pues ellos suelen estar aquí o allá. Tras haber conocido en el bar a un tuno (un hombre como mucha retranca) que había bailado con Celia Cruz en la Plaza del Obradoiro en el año 93, fui a por Elena que estaba en la puerta de El Puente y la interrogué mientras fumábamos un cigarrito. Ella se formó, como el resto de los componentes del grupo, desde una base clásica, pero un día un amigo la introdujo en el mundo de la improvisación y experimentación musical a través de la O.M.E.G.A. (que tendrá un espacio propio en próximas ediciones) y se zambulló en este universo sin pensarlo.

El cuarteto no les permite vivir de forma espléndida y acomodada y en la mayoría de las ocasiones sienten que su trabajo es infravalorado. Le regatean los precios de sus actuaciones como si un cuarteto de cuerda se tratase de un quilo de grelos en la Plaza de Abastos de Santiago. Tienen otros trabajos, como profesores de escuela o de clases particulares. Al futuro lo miran de reojo y las expectativas no van más allá del corto-medio plazo. No saben como estarán en seis o cuatro meses, pero Macarena afirma que "se está formando una chispa" y que cada vez – aunque el público no está totalmente acostumbrado a la música improvisada – hay una mayor educación y sensibilización de los espectadores, y recuerda con cariño la ovación que recibieron, no hace mucho, en una actuación en el Teatro Principal compostelano: "cuando terminamos se hizo un enorme silencio y luego todo el mundo comenzó a aplaudir y a gritar" lo que fue muy reconfortante pues no estaban seguros de que su música encajara en este espacio.

Don't panic!
Como Manu Mimé, protagonista de "A censura do porto santificado", como los habitantes d'A Peregrina, y como los trabajadores de Vista Alegre, los grandes músicos que se dieron cita en la noche del jueves 1 de Marzo del 2012 en el bar El Puente, hacen lo que les gusta, disfrutan profundamente con lo que hacen, y eso se nota, por que al tocar, al pintar, al crear, contagian a uno de este sentimiento, y le entran ganas de gritar, de cantar con ellos, de pintar con ellos. Pero, por el momento me dedicaré a escribir, así que don't panic!.


P.D.: A los componentes de Suelen Estar Quartet los dejé guardando los instrumentos en el coche, se iban de vuelta a Vigo. Yo volví aquía a Pexigo de Arriba y prometí en El Puente que me dejaría caer por allí de cuando en cuando, que iría rodando. Y las promesas hay que cumplirlas.

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